Conocido por The Ben, este pico está ubicado en los Montes Grampianos, una cadena montañosa de las Highlands escocesas. Es la cima más alta de Gran Bretaña.
Es considerado un pico algo hostil porque aunque su ruta normal es como una autopista, en ocasiones con un metro de ancho de camino, empedrado, escalones, etc. tiene en su contra un clima poco propicio que hace que su cumbre esté prácticamente todo el año en invierno y que, cuando es verano, suele estar cubierta de niebla la mitad del tiempo.
Nosotros teníamos planeada nuestra ascensión para la mañana del día siguiente a nuestra llegada a Fort William pero las previsiones de llovizna para ese día y los antecedentes de los que hablamos, nos obligaron a anticipar nuestra excursión a la tarde anterior, donde nos encontramos con temperaturas suaves para un final de julio, pero ideales para subir corriendo.
Nos planteamos hacer la subida a buen ritmo por la ruta normal, la Pony Track. Subir, bajar, disfrutar un rato de las vistas en la cima y solamente parar para sacar las fotos de rigor.
Salimos del Glen Nevis Youth Hostel que tiene a su puerta el camino para subir al pico. Enseguida la cosa se pone empinada y hay que ir regulando que al final son 1.300 metros de desnivel positivo.
El camino es ancho, y menos mal, porque aunque a las horas que subimos ya la mayoría de la gente estaba acabando su ruta, decir que nos cruzamos con un centenar de personas, es decir poco. Gente de todas las edades y de toda condición, es decir, tanto preparados como se debe para subir a la montaña, como los que subían con su ropa de estar tranquilamente por la calle. En fin… Todo normal cuando se calcula que suben a su cima más de cien mil personas cada año.
Cuando estábamos llegando a la altura del Lochan an t-Suidhe decidimos tomar los atajos que se han ido formando a modo de senderos para subir más directos. En un primer momento un tramo que se vuelve a juntar con el Pony Track cuando se cruza el barranco Allt na n-Urchaire o «Red Burn» y un poco más arriba, más pegados al barranco por una especie de canal de gravilla y mucha roca suelta que nos evita varias Z, haciendo la subida más trialera.
Cuando la pendiente empieza a aflojar volvemos al camino normal y vamos pasando por los diferentes «jitos» o montones de piedra que intentan evitar que la gente se despiste en la parte alta en condiciones adversas de niebla.
La cumbre es bastante llana y amplia, parece una meseta. En ella aún quedan restos de un antiguo observatorio meteorológico. Las vistas, por supuesto, superiores y diferentes a las que estamos acostumbrados por aquí.
Tras comer algo, contemplar el paisaje y tirar unas, volvemos por el mismo camino de subida. En este caso, utilizamos más el Pony Track.
Ruta muy recomendable si te pierdes unos días por Escocia. Hay que asegurarse bien del tiempo antes de subir. Fácil técnicamente, solamente difícil por el desnivel. Subir puede suponer unos tres horas como poco.
En esta entrada del blog Montaña y Corazón viene información detallada de su historia, vías, curiosidades, etc.