Cumbre modesta pero con unas vistas espectaculares a los cuatro vientos. Nos pegamos una vuelta por los cordales que cierran el valle de Nicolasa y del que este pico hace de cabecera.
Día de Navidad. Muchos excesos en los días previos.
El pico Llosoriu es la típica cumbre que como la tienes ahí, tan cerca, siempre te sale el típico «cualquier día». Y ese día no llega, se va posponiendo… Hasta el 25 de diciembre de 2023.
Cogemos el tren y nos plantamos en Mieres a las 10 y media. Es salir de la estación y ya comienza la ruta, puesto que tras apenas unos metros empieza a empinarse la cosa para llegar a Siana, pasar por La Forqueta, Prau Cimero y todo el cordal de Siana, pasando primero por el mirador y el pico del mismo nombre.
Siguiendo el cordal, vértice del Pico Roíles, Rañauriu y enlazar con el Cordal de Gallegos que nos deja en la cumbre mismo del Llosoriu.
Lo dejamos para tirar por la línea del Cordal de Cuba, pasando por el Pico la Vara y el Rasón, donde ya entramos en el Cordal de la Meruxiega, cumbreando por una línea delgada por sendero.
Con dudas sobre si seremos capaces de llegar al Apeadero de La Perea, la suerte se pone de nuestro lado en forma de pastor que nos orienta y nos dice que sin perder la cumbrera hasta su fin, es seguir por la divisoria entre Lloreo y Ablaña, pasando por Canturruzu para llegar a Los Fontanes, donde la carretera estrecha nos deja a pocos metros del apeadero.
Ruta chula, no muy dura, asequible, con unas vistas espectaculares, muy humanizado todo y por la tanto con senderos anchos y pistas aptas para todoterreno. La parte de la bajada ya es un poco más técnica pero para nada difícil.